La elección de los juguetes no debe ser superficial. La seguridad del niño también depende de que el juguete sea el adecuado para su edad y aficiones. Por esta razón hay que tener en cuenta una serie de criterios tales como:

El nivel evolutivo de cada niño en particular, pero respetando siempre las indicaciones de edad mínima aportadas por el fabricante.

Las necesidades y preferencias específicas del niño.

Las capacidades del niño (fuerza, habilidad manual, madurez intelectual…) respecto a las exigencias del juguete.

Las capacidades que se desea potenciar en el niño.

Las características del entorno del niño: la disponibilidad o no de espacio, de tiempo, de compañeros de juego, etc.

El desarrollo de diferentes funciones en el niño a través de juguetes suficientes y variados.

Para acertar y ofrecer el juguete adecuado a la edad es importante conocer el desarrollo que se produce en cada franja de edad y las habilidades que se van adquiriendo en las que el juguete actuará como un gran aliado.